La película “El pianista”, dirigida por Roman Polański, resume lo que fue la vida del reconocido músico Władysław Szpilman en la Segunda Guerra Mundial. Destaca muchos aspectos, pero a mi juicio el rasgo mas importante que se aprecia observando la película, fue la unión que produjo la música entre dos personas enfrentadas por el contexto que presentaba esa época.
A veces, dicen que la música trasciende más allá de las fronteras pero, en una etapa donde todo estaba limitado, prohibido y solo el terror envolvía ese período, de uno de los más nefastos de la historia del mundo, es muy difícil que algo, aunque sea muy insignificante, unifique a dos personas por un mismo sentimiento.
No se sabe que fue lo que sintió el capitán Wilm Hosenfeld al escuchar tocar a Szpilman la pieza de Chopin (la primera ballada Op. 23 en sol menor) en ese ático. Quizá, nunca supo que lo que estaba interpretando el Polaco de origen Judío era de la autoría de otra persona de su misma nacionalidad y por ende tenia que estar enfrentado porque así lo establecía la época. Quizá, no los unió la música sino que el alemán se apiado de Szpilman porque sabía que las tropas rusas avanzaban contra Alemania y el final pronto vendría.
La música los unió
Publicado por Sergio en 16:05
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